miércoles, 28 de enero de 2009

El ciclista


Seguramente, al pedalear se podrá ver cómo su paquete se contorsiona sobre el sillín, cómo los huevos sudados, blanditos, se estrellan contra el plástico negro. Seguramente le chorreará sudor por los muslos, un sudor caliente que olerá a macho. Seguramente dejará un momento la bici en el paseo, para bajar a la arena y darse una ducha refrescante. Seguramente no podrá resistir meterse la mano por dentro del bañador y enjuagarse los cojones para que no se le escuezan. Seguramente algún adolescente de hormonas enloquecidas lo estará espiando en ese momento y querrá adentrarse en el mar para hacerse una paja.

sábado, 24 de enero de 2009

El tractorista



Cuando llega el verano le encanta pavonearse subido en el tractor. Sale a los caminos sin camisa, con los tirantes del mono desabrochados, para lucir pelo. A veces incluso no lleva ropa interior, porque le excita sobremanera sentir en los huevos la vibración del motor; los huevos libres de ropa que bailan, primero pendulantes, más tarde duros como piedras, sobre el asiento caliente y sudado.

Si pasa alguna mujer, cualquiera, no duda en mascullarle obscenidades. A veces se agarra el paquete para enseñarle la polla enhiesta, siempre al borde de la corrida, y se ríe cuando la espantada de turno acelera el paso o le reprocha su actitud. Pero todo son farfulladas, para disimular, porque en realidad se muere de ganas de que le metan un buen rabo por el culo. Sin embargo, nunca se atrevería a insinuarse a ningún hombre; se conforma espiándolos, comiéndose con los ojos sus culos, sus paquetes abultados cuando se agachan, o imaginando que podría saborear la última gota de esa polla cuyo dueño ha puesto a orinar un poco apartado.

viernes, 16 de enero de 2009

Ay, esas barbas




Un hombre con barba es fácil que me atraiga, que llame enseguida mi atención y que despierte mi libido. No puedo resistirme a una barba, a la necesidad de aferrarme a ella con ambas manos y arrastrar hacia mí la boca que deba dejarme sin aliento. No soy objetivo, no importa que el vello facial disimule un rostro poco agraciado. Donde se ponga un hombre con barba que se quiten todos los demás.

lunes, 12 de enero de 2009

Feo, pero atractivo

Este pecho lobo no es nada guapo, pero tiene mucho atractivo: hay algo en su mirada asimétrica, en el brillo de sus labios, que me pone cachondo. Tiene unas buenas tetas y una barriga peluda y sin tableta de chocolate, como a mí me gustan. Desde ya, queda archivado en mi lista de favoritos.

jueves, 8 de enero de 2009

Ese paquete

Ese pedazo de paquete bien se merecía esta entrada individual.

martes, 6 de enero de 2009

Un capullo redondito

Me encanta su piel morena, su torso natural; ese pelo negro, ralo, que no llega a cubrirle la frente; los michelines que le rebosan por encima del bañador; las manos fuertes, nervudas; y ese aire distraído, ajeno a la mirada de deseo que ha captado esta foto.

Pero lo que más me gusta, como no podría ser de otra forma, es ese capullo gordo, redondo, aplastado bajo el naylon y que está pidiendo a gritos que me lo coma.

sábado, 3 de enero de 2009

jueves, 1 de enero de 2009

Hidrocele

Podría pensarse que el abuelo de la foto padece hidrocele; pero, con esa sonrisa tan picarona y esa manaza sugerentemente colocada en el muslo, sólo puedo pensar que tiene unos pedazos de cojones que están a punto de hacerle estallar el vaquero.