jueves, 24 de diciembre de 2009

¡Feliz Navidad!

Estás derrengado después de pasarte toda la noche repartiendo regalos, mentiras, ilusiones materiales. Déjame servirte, ser tu criado sólo por esta noche. Te lo mereces.

Empecemos por los pantalones. Quiero ver tus muslos, recorrerlos con mis manos, apretarlos fuertemente para contemplar el surco rosado que mis dedos van dejando sobre tu piel.

Permíteme que te desabroche la camisa. Quiero colmarte de besos, estoy ansioso por hundir mi rostro en tu pecho, en tu torso caliente y sudoroso del que mana ese delicioso olor a macho. Hum... Me encanta sumergir la nariz en tu ombligo.


Y dejaré para el final la parte que más me gusta. Porque no hay nada como el olor de los calzoncillos de un hombre después de una larga jornada de trabajo. Me vuelve loco poder morderte la polla por encima del algodón. Dentro de poco se pondrá dura como el mármol y yo la chuparé absorbiendo el sabor de tu orín, que se filtra a través de la tela blanca.

martes, 8 de diciembre de 2009

Deme usted nardos, caballero

¿Piensas que soy estúpido, pedazo de hijo de puta? Dices que no tengo más que celos infundados, pero no hay más que contemplarte un minuto para sorprenderte flirteando con las clientas. Eres consciente de que les gustas, de que les atrae tu imagen de macho inepto y fornido que sólo piensa en follar.

No sé si será la mezcla del aroma de las flores o tu olor corporal lo que las vuelve locas. Se lo veo en la mirada, en esos ojos que hablan de hacerte cosas que jamás harían a sus pánfilos maridos.

Querrán comerte la polla, se dejarían follar por el culo y que les revientes el coño a polvos. Pero te recuerdo que eres mío. Y como te vuelva a ver otra vez con el culo al aire te parto los huevos.




viernes, 4 de diciembre de 2009

Mirarte por un agujerito



Muchas veces fantaseo con poder mirarte por un agujero para espiarte, para contemplarte en el sueño, para ser testigo de tu intimidad. Debe de ser delicioso disponer de tu cuerpo desnudo, sólo para mí, aunque sepa que me detestas.

Estaría al otro lado de la pared, a cada momento, y siempre con una mano en la polla, acariciándola, pensando que eres tú el que me toca porque deseas mi cuerpo.

Y cuando fueras tú el que se la estuviese pelando, acompasaría mi tirmo al tuyo para que nos corriésemos a la vez.

martes, 1 de diciembre de 2009

El olor de tu polla



Cuando vuelvas no te duches, no te laves, quédate como estés; que me encantará comerte la polla después de un día entero de tanto curro. Seguro que te apestará tras haber meado no sé cuántas veces. Seguro que al descapullarla me tendrás reservado un buen requesón saladito que llevarme a la boca.

Billy Mays

A este barbas con cara de buenazo lo conozco de verlo en la tele mientras corro en la cinta del gimnasio. Por supuesto, con su presencia se me pasa el tiempo que da gusto. Da igual que no lleve auriculares para poder escucharlo: es verlo aparecer en el monitor y quedarme embobado mientras trata de venderme el Oxiclean, los cuchillos que nunca se mellan y los recortapelos.

Pero Billy Mays murió hace algunos meses y mucho me temo que, desgraciadamente, dentro de poco dejarán de emitir sus anuncios de productos que no sirven para nada.





viernes, 27 de noviembre de 2009

Cerdo del hogar


Lo que más me gusta de ti es que hayas adoptado esa imagen de hombre tradicional para estar en casa, con los calzoncillos blancos a juego con la camiseta de tirantes. Me pone muy burro esa cara de cerdo hogareño a punto de ir a zamparte una cerveza y un paquete de patatas fritas.

Luego te quedarás sobado en el sofá, despatarrado y luciendo sobacos, y no me extrañaría que se te escapase algún pedo tremendamente sonoro. Qué cerdo eres, pero cómo me pones, cabrón.

jueves, 26 de noviembre de 2009

martes, 24 de noviembre de 2009

Precum

Me fascina tu facilidad para producir líquido preseminal. Me pone muy verraco que con sólo rozarte, con sólo unas cuantas caricias, tu polla, aparte de ponerse dura, empiece a escupir ese caldito salado que tanto me gusta.



A veces me gusta chuparte el rabo para saborear la secreción y otras me quedo fascinado contemplando cómo eres capaz de empapar los calzoncillos.


viernes, 20 de noviembre de 2009

Proteína casera


Para vigorizar ese cuerpo es necesario que tomes muchos batidos de proteínas, pero ¿para qué comprarla teniendo abundantes cantidades en casa?

¿O es que no te gusta el batido que te he preparado?

jueves, 19 de noviembre de 2009

martes, 17 de noviembre de 2009

Motero

Cómo me gustas que seas así, del montón, con ese cuerpo nada artificial. Me gustas aunque tengas michelines y no seas precisamente un pecho-lobo. Estás muy sexy con esa pose descuidada. ¿Sabes que me das mucho morbo con el mono medio caído?





Hay gente envidiosa que piensa que muchos moteros sois impotentes y que la fiereza de la moto vendría a sustituir la nula potencia de vuestras pollas. Pero como suelo comprobar las teorías por mí mismo, voy a terminar de bajarte el mono para que me enseñes cuánta sangre eres capaz bombear hacia tu verga.





viernes, 13 de noviembre de 2009

La barba ideal




Así es como quiero que te dejes la barba, para que pueda cogerte la cara a tirones, acercarla a mi boca y meterte la lengua hasta la faringe.

Y qué gusto tiene que darme sentir las cosquillas de tus pelos en mi culo y que me raspen el ojete cuando me lo estés comiendo. Hum...

martes, 10 de noviembre de 2009

La raya en medio


Cada mañana coincidimos en el tren de cercanías, a la misma hora, en el mismo vagón. Pero a veces pienso que ya no se trata de una coincidencia, sino de que tú me buscas a mí igual que yo te busco a ti.

Has debido advertir cómo te miro, cómo se me van los ojos a tu paquete; porque entonces no me explico cómo pude hacerte esta foto sin que te dieras cuenta.

Cómo te hiciste el distraído aquel día, cómo te abriste de piernas, dejando que el pantalón te hiciera la raya en medio de los huevos, despachando uno a cada lado. Te encanta que te mire y a mí me vuelve loco saber que te excitas como una perra al saberte observado.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Te voy a echar a perder


No os soporto. Os odio como al peor de los males; sin embargo, no puedo evitar una atracción irresistible hacia lo que supuestamente mejor conserváis: vuestra virginidad.

Me da muchísimo morbo imaginar que seré el culpable de tu primera corrida con otro hombre, de tu primer acto sexual pleno. Pero no pienses que te lo voy a poner fácil: te voy a excitar tanto y tan lentamente, que tendrás que suplicarme que te agarre la polla de una vez. Te acariciaré, te lameré, te besaré hasta dejarte sin aliento; con las yemas de mis dedos recorreré lentamente tu pecho, tus muslos y tu espalda hasta mancillar la raja de tu culo, con la lengua, con mis manos, con mi polla tiesa.

Haré que tu rabo sin usar se ponga duro como jamás lo habías sentido. Te dolerán los huevos, ya verás, pero me resistiré a comértelos para hacerte rabiar. Quizá ni te los toque hasta darte por culo, para ver si te corres sin una sola caricia sobre tu verga inexperta.

Así que no sé de qué te ríes, curita guapo, porque tu integridad tiene los días contados.

viernes, 30 de octubre de 2009

Comprando calzoncillos

Cuando vayamos a comprar calzoncillos, es importante probárselos para que el dependiente nos dé el visto bueno. Debemos fiarnos de su criterio y dejar que nos revise todas las gomas de la prenda. Seremos pacientes cuando introduzca sus dedos en nuestras ingles para asegurarse de que el elástico no ajuste demasiado. También nos tirará de la huevera para comprobar si con la talla elegida rellenamos toda la bolsa. Y por último nos meterá la tela entre las nalgas para ver si vuelve a su posición original, porque ya sabéis lo incómodo que resulta que al sudar se le meta a uno la tela por la raja del culo.

martes, 27 de octubre de 2009

Mel Gibson, la venganza

He leído en varias entrevistas tus discursos conservadores, intolerantes, homófobos, más propios de un telepredicador que de un artista de nuestro tiempo. No nos aceptas porque tu ignorancia te hace tener miedo o, por lo menos, desconfianza hacia nosotros. Pues ésta va a ser nuestra venganza, Mel: ese repelús respecto a los hombres que aman a otros hombres que te va a acompañar durante toda tu vida y que te hará llevar el culo pegado continuamente a la pared, por si acaso alguno de nosotros pretende violarte.

Y es que cada vez que estás más viejo y más calvo estás más buenorro, sobre todo cuando te dejas esa barba cana de granjero de Kansas. A medida que el tiempo va haciendo mella en tu cuerpo nos resultas más porculizable, y por tanto, aumenta el riesgo sobre tu virilidad.

Así que esta es nuestra venganza, ese miedo a peder tu hombría que te va a acompañar el resto de tu desdichada vida.
















viernes, 23 de octubre de 2009

Hombres de barrio

Qué gozada caminar por la calle y no saber a dónde mirar porque en todas partes se encuentran hombres atractivos, buenorros, guapos; hombres anónimos que muestran distraídamente sus paquetes y culos sin darse cuenta de que están siendo observados por salidos como yo.