Lo que más me gusta de ti es que hayas adoptado esa imagen de hombre tradicional para estar en casa, con los calzoncillos blancos a juego con la camiseta de tirantes. Me pone muy burro esa cara de cerdo hogareño a punto de ir a zamparte una cerveza y un paquete de patatas fritas.
Luego te quedarás sobado en el sofá, despatarrado y luciendo sobacos, y no me extrañaría que se te escapase algún pedo tremendamente sonoro. Qué cerdo eres, pero cómo me pones, cabrón.
Luego te quedarás sobado en el sofá, despatarrado y luciendo sobacos, y no me extrañaría que se te escapase algún pedo tremendamente sonoro. Qué cerdo eres, pero cómo me pones, cabrón.