Antes de salir de casa le sorprendí meando. Podía verle de espaldas a través de la puerta semicerrada del baño, con los pantalones caídos, las piernas un tanto abiertas. Me divertía y me excitaba estar allí, mirándole a mis anchas sin que se diera cuenta. Me llevé la mano a la entrepierna y mi polla reaccionó rápidamente al tiempo que mi cabeza se llenaba de un sinfín de guarradas inspiradas por aquella visión. Hum... Y es que tenía a un pedazo de macho meando en mi baño.
Cuando ya estaba ejecutando las sacudidas finales de rigor, intuyó mi presencia. Giró un poco la cabeza y me dedicó una sonrisa tímida. ¡Qué guapo estaba! Antes de que terminara de abrocharse la bragueta tuve un pálpito y me abalancé sobre él. "¡Espera!" Le saqué la polla del slip y con la punta de mi lengua le lamí la humedad del capullo. Aquel olor, aquel sabor a rabo de macho me supieron a gloria..." ¿Qué haces?, ¿no ves que está sucia?", me dijo, mi pobre víctima. Yo sólo podía reírme y fue cuando me llamó cerdo; luego le di un piquito.
Me congratula el retorno a la actividad de esta casa con un asunto tan excitante y morboso. Me aburraco cuando me pongo detrás de un tío, y mientras le como la nuca, le agarro el rabo y le dirijo la micción a la taza.
ResponderEliminarSólo un tío sabe cómo maniobrar la palanca de otro macho: orientarla, apuntarla, sacudirla… y pulirla hasta dejarla impoluta…
Hum... No se me había ocurrido aún dedicarle un post a esa postura de la que hablas. Tendré que ponerme manos a la obra.
ResponderEliminarSí, he vuelto, pero con muy poco fuelle.
Un beso y gracias por estar ahí
Pues es una de las posturas que más encabronado me pone y, para colmo de dicha morbosa, da un juego tremendísimo.
ResponderEliminarPor cierto, me soflama por igual estar delante o detrás. Y mucho más pensar en cómo nos lo describirás.
Así que, por favor, trae, dame, que te avento el fuelle... y posteando, que es gerundio!!
Un beso
P.S.: la verificación de palabra que me sale es "hydra"... ¡qué oportuna! Estos calenturientos demonios interiores...
Tienes razón Conrado, qué morbo me produce esa situación.
ResponderEliminarBienvenido de nuevo.
Un besote.
Hairy: ¡no me metas presión, por favor! Despacito, despacito...
ResponderEliminarBandidoso: me alegro de verte de nuevo.
Un beso a los dos
Bueeeno, seré tierno y dulce; iré suave y despacito, con lubricante... ;)
ResponderEliminarUn beso, hermosote!
Gracias cachorrito.T'estimo.(Pepe)
ResponderEliminarPepe, ya vendrán más meones y meadas. No te preocupes por eso. Pero ahora mismo estoy muy liado...
ResponderEliminarUn beso
Hola Conrado, primera vez en tu blog (me estoy haciendo adicto a esto de los blogs de peludos). Excelentes los relatos (me leí varios de un tirón, el del rumano me puso al taco ¿así que eras de esas guarradas con la gente trabajadora? mirá vos...)
ResponderEliminarAhora, por lo menos a mí, abajo de este post, me aparecen sugerencias a otros post... y uno de junio de 2010 me llamó irresistiblemente la atención: "Peludos pero por todas partes". Yo en esto, por más atrás que haya quedado tan atrás la nota, no puedo dejar de opinar, aunque sea para que me conozcan los asiduos de acá... Conrado querido, somos hermanos, yo no puedo resistirme a pelos POR TODOS LADOS, y los hombros y la espalda ME-PO-NEN-DU-RO-AL-TO-QUE. Y eso es desde el kinder, eeeh, los hombres, cuánto más similares a gorilas, mejor. ¡Y soy uno eeeh! y nada me parece más sexy que abrazarme con un par hiperpeludazo. Y agrego que hay dos partes que si llegan a ser peludas me chorreo sin más: el cuello (cuando los pelos del pecho se unen con la barba) y los flancos (cuando los pelos de pecho y abdomen se unen con los de espalda). Ese es mi hombre ideal. ¡Ah! ¡y el culo, claro! cuando más similar a una alfombra mejor.
Así que, hermanito, brindemos por nuestro morbo en común, los demás se lo pierden, je je.
Muy peludo: ¡cómo me alegro de que te gusten tan peludos como a mí! Yo no entiendo a los tíos de ahora con la manía de quitarse todo el vello del cuerpo. Con lo agradable que es acariciar a un tiarrón todo lleno de pelos. Hum...
ResponderEliminar¡Bienvenido!
Un beso
La opinión de Hairy4ever me gusta y la comparto.
ResponderEliminarYo he hecho a otros lo que Hairy cuenta, y también me lo han hecho a mi. Porque está claro que, para dirigir la meada de una polla ajena hay que tener polla propia.
Felicidades por el post y por los comentarios.
Y si, donde esté un hombre con pelo en los cojones, en el pecho, en los sobacos, etc, me parecen más hombres que los que se depilan y se dejan el body como el culito de un recien nacido.
ResponderEliminarPues sí, Tomas, yo también prefiero a los hombres que no se depilan, pero, este paso, ya mismo tendremos que catalogarnos como especie en extinción...
ResponderEliminarBienvenido y gracias por tus comentarios.
Un beso
Es muy morboso que te la chupen después de una buena meada
ResponderEliminarMás morboso es chuparla.
ResponderEliminarMe pone a mil sostener la verga de un macho cuando mea....sacudirla e inmediatamente ponerme a mamar!!!! y siel pubis y los huevos son peludos, muchñisimo mas!!
ResponderEliminarArmando: sobre todo si son peluditos...
ResponderEliminarUn beso