
Empecemos por los pantalones. Quiero ver tus muslos, recorrerlos con mis manos, apretarlos fuertemente para contemplar el surco rosado que mis dedos van dejando sobre tu piel.
Permíteme que te desabroche la camisa. Quiero colmarte de besos, estoy ansioso por hundir mi rostro en tu pecho, en tu torso caliente y sudoroso del que mana ese delicioso olor a macho. Hum... Me encanta sumergir la nariz en tu ombligo.

