Y para qué voy a negarlo: donde tengo más oportunidades para ver esos culos con esos huevazos meciéndose a su libre albedrío es en el gimnasio, en ese momento típico consistente en que una víctima incauta se inclina para ponerse el calcetín sin ser consiente de que hay un cerdo salido que no pierde detalle de sus pelotas, ya estén calvas o cubiertas de alocado vello.
¡Wow... Conrado, qué alegría verte de nuevo por aquí!
ResponderEliminarBandidoso: ¡Gracias! Un beso
ResponderEliminarUich!
ResponderEliminarEsta primera foto ha activado mis glándulas salivales, querido Conrado...!
Franco: Me alegro de verte por aquí. ¡Gracias por pasarte por mi casa!
ResponderEliminarUn beso
¡Ay! Aquí, de nuevo, es cuestión de equilibrio... :P
ResponderEliminarPues, mira, respecto a las pollas me da más o menos igual, pero a los huevos no: cuanto más grandes, mejor.
Eliminarhola me encanta tu bog esmuy interesante un abrazo
ResponderEliminarGracias, Peric55. Por cierto, me encanta la foto de tu perfil...
EliminarUn beso
me alegro que te guste, ami la tulla tambien. tambien megustaria estear en contacto contigo un abrazo
ResponderEliminarQue chulada de fotos y más esos hermosos guevotes para darles unas buenas mamadas
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