jueves, 7 de enero de 2010

La rajita del placer


Hay períodos en los que parece que a uno se le cierra el ojete, de modo que ni por asomo apetece que le hurguen por ahí. Sin embargo, hay veces que sucede todo lo contrario y está uno tan deseoso de que lo follen, que cualquier roce en el culo hace que te excites como un perro en celo. Me pasa, por ejemplo, cuando dejo que el chorro de la ducha me caiga en la rajita del placer. Hum... el hoyito se vuelve sensible, cálido, y no es capaz de saciarse con el tacto del agua porque lo que necesita, urgentemente, es una buena polla que entre y salga y le dé lo que necesita.

9 comentarios:

  1. huyy que culo tan hermoso me gustan hasi peluditos, para babiar esas nalgas y agarrar ese ano y darle una buena mano de lengua y terminar con unas tres culiadas bien ricas en todas las posiciones que quiera

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  2. Hum... ¡Qué bien lo pintas!

    Me alegro de que te gusten mis hombres maduros.

    Gracias por tus comentarios, amigo colombiano. Espero verte pronto por aquí

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  3. Hoy he descubierto tu blog y estoy flipando. Menuda forma de babear... Me gustan tus hombres. Ya llevo 2 pajas y no me baja el calentón!

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  4. No sabes cuánto me alegro de que mis hombres te mantengan en forma, aunque, si te soy sincero, me he puesto un poquito celoso.

    Gracias por tu comentario, amigo anónimo.

    Un beso.

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  5. Pensándolo mejor, son tus comentarios lo que me pone más cachondo.

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  6. ¡Gracias! Esa es mi intención, je, je.

    Por cierto, si vas a visitarme más, ponte un alias o algo para que te identifique.

    Un beso.

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  7. El primer culo es perfecto para un facesitting.

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  8. (Padre Conrado, confieso que yo siempre estoy urgentemente urgido)

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  9. Pues entonces te recomiendo que tengas en casa un buen arsenal de juguetes...

    Un beso

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