jueves, 14 de enero de 2010

Te crees muy macho


Eres un buen compañero de trabajo, pero cuando te pasas de cervezas te vuelves muy gilipollas, siempre haciendo chistes aludiendo que me gustan los tíos. Te crees muy macho viniendo a mi sitio, garrafa en mano, y repitiendo por enésima vez que si no necesito un poquito de lubricante. Lo que no sabes es que te tengo ganas y que, borracho como estás siempre, no me costaría ningún trabajo arrastrarte a la letrina. Allí íbamos a ver quién de los dos necesitaba lubricante, pedazo de hijo de puta. Pero no, mejor nada de lubricantes, porque me gusta meterla a pelo. Te iba a meter la tranca del tirón, hasta los huevos, para escucharte gritar como una perra. Y ahí sí que me iba a reír yo.

4 comentarios:

  1. ¡Pues a mí más! Como siga con las tonterías se va a acordar de mí para siempre.

    Gracias por visitarme, Cory

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  2. ¡Dále duro con todo, Conrado!
    (porque el borracho lo olvidará)

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  3. Pero yo prefiero que no olvide, para que aprenda la lección. Quiero que recuerde el dolor y no el placer; la humillación y no el halago.

    Un beso

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