Abrázame, restriégame el cuerpo con tus ropas impregnadas de tu olor a macho. Hoy no tendrás que follarte a ninguna vaca, ni que hacerte una paja utilizando los succionadores de ubres. Úsame, tírame al suelo y rómpeme el culo en cualquier rincón de tus apestosos almacenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario