martes, 23 de marzo de 2010

Olor a macho 1. Brummel.

Nos reímos cuando un hombre huele a Brummel; pero en el fondo nos encanta ese olor fuerte, penetrante, de macho limpio.

Estos hombres podrían usar Brummel y sabemos qué sucedería si estuviésemos cerca de ellos: que se nos haría la boca agua, nos pondríamos nerviosos y aspiraríamos ese olor a macho sin poder evitar el deseo de ser follados en el acto por semejantes animales fornicadores.

El poder de la Brummel es así.





4 comentarios:

  1. Buff, por ahí sí que no, jajaja. Odio el olor a Brummel, prefiero el del sudor del día, saludos.

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  2. Se me hace que el primer abuelo huele tan rico como luce.

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  3. ¿Sólo el primero? ¡A mí me lo parecen todos!

    Un beso

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