Si me invento una mitología para entronizar a Spunky, también puedo inventarme que el sujeto que ilustra esta entrada se trata también de Spunky, ofreciéndome todas esas poses y actitudes que no puedo hallar en el auténtico y que me servirán para aderezar mis fantasías onanistas.
De modo que me fabrico a medida un Spaunky, MI Spunky, que está más fuerte, es más guapo y mucho más chulazo y quizá calce un paquete mayor que el que canta.
Así, por ejemplo, le coloco la barriga que le falta al otro; esa barriga grande, turgente, que me hace soñar con comérmela a bocados. Además el tío me complace posando para mí con uno de esos calzoncillos blancos de abuelo, sabiendo que son mis favoritos. No hay nada más que ver lo sexy que está con la prenda medio bajada...
Y con el capullazo marcado en el algodón blanco...
Y si le pido que sea un cerdo para mí, se me pone a olerse el sobaco, porque sabe que me excitan los tíos cerdos que hacen gala de sus cerdadas.
Hummmmmm, vaya culito, pequeñito, pero prieto, para follármelo con un poco de jabón, sólo un poco, en la ducha...
En fin, qué más puedo pedirle a MI Spunky.
¡Wow Conrado, cómo me excitan la primera y la última foto!
ResponderEliminarMe encanta que hayas retomado el tema fetiche de los "puracos".
Un besote.
Bandidoso: me alegro de que te haya gustado, aunque sea parcialmente, je, je. A ver su pronto puedo subir nuevas fotos de puracos.
ResponderEliminarUn beso
Mucho mejor éste... dónde va a parar...
ResponderEliminarConMaduros: Sí, mucho mejor, pero el otro también está muy bien. Sólo que tú no lo sabes aprecias. ¿Demasiado jovenzuelo, quizá?
ResponderEliminarUn beso