viernes, 27 de febrero de 2009

Sencillez


Una de las cosas que hacen enamorarme de un hombre a primera vista es su aparente sencillez. Fuera la artificialidad. Hay cantidad de hombres que se cruzan conmigo por la calle, que a mí me resultan impresionantes y que estoy seguro de que pasan injustamente desapercibidos para la mayoría; señores cuyo único arreglo (nunca considerado por ellos mismo como tal) ha consistido en la ducha; que se han afeitado o se han recortado la barba no por sentirse más guapos ni más atractivos, sino por pura corrección social; que quizá el único acto de coquetería haya sido embadurnarse con un poco de colonia de baño o tan ni siquiera eso. Pero incluso sin haberse peinado resultan enormemente atractivos, como imanes deambulantes e inconscientes, que atraen la mirada lasciva de jóvenes como yo.

4 comentarios:

  1. Te doy absolutamente toda la razón. Siempre digo que me gustan los hombres de antes, los que parecían y eran hombres de verdad. Lo que hay hoy día es deprimente, hombres que a pesar de tener un aspecto masculino, visten y se acicalan creyéndose modelos de pasarela o simple y llanamente, féminas. Este tipo de cosas suele verse en el mundo de los osos, tíos machotes con las cejas depiladas, o la barba recortada a la moda...
    Sinceramente, puedo asegurar que quien me pone la polla dura a reventar suelen ser hombres que a simple vista no tienen nada de especial o que a la mayoría de la gente, les resultaría desde anodinos hasta repulsivos, por culpa de esta tontería de que los hombres tienen que cuidarse como las mujeres. Bah, gilipolleces. Donde esté un buen macho que se quite un metrosexual (los llaman así, no?)

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  2. A lo mejor extraña eso de ver este tipo de cosas en el mundo de los osos, pero es verdad, hay pocos "osos" que realmente son machos de pelo en pecho con aspecto viril y sin mariconadas.

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  3. Estoy parcialmente de acuerdo contigo, pues a mí no me importa que un hombre se cuide. Por ejemplo, no me importa que utilice cremas faciales ni corporales (de hecho yo las utilizo).

    Lo que no me gusta es la artificialidad, ni el exceso de adorno que al final lo que producen es una reducción de virilidad en los rasgos masculinos.

    No me importa que un hombre se cuide, siempre y cuando no deje de ser un hombre.

    Pero, cuidado, no entremos en negar cualquier forma de entender la masculinidad. A nosotros nos gustan los hombres rudos, fuertes y viriles, pero no todo el mundo tiene porqué compartir este gusto ni esta filosofía de vida. Allá cada cual con cómo quiera ser.

    Y, sí, hay muchos osos que en realidad no son nada masculinos, pero no por ello les vamos a quitar el carné de esos, si a ellos tanto les gusta.

    Me ha gustado mucho tu comentario, amigo, pero deberías identificarte de algún modo para no tenerme que dirigir a ti como "Anónimo."

    Gracias por tu visita.

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  4. Un buen tema: qué nos atrae primero de un hombre. A mis años, concluyo que me pueden o no gustar por su aspecto físico unos sí y otros no, pero cuando hallo alguno interesante lo irresistible es verlo interesado en mí. Locura total!

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